martes, agosto 08, 2006

UNO MÁS UNO SON DOS

... Y así pasan los días, uno, otro, otro y otro más... Sin nada nuevo bajo el sol, ni encima, ni al lado. Así es. Todo es igual que siempre. Simplemente esperamos a que acabe un día y empiece otro nuevo, sin ninguna sorpresa, sin nada que te cambie la vida de repente y te descubra la felicidad. Y ya sabes que va a ser así, por eso la falta de ilusión se convierte en lo habitual.

Hagas lo que hagas no hay nada que te saque de ese pasotismo, de esa pereza de seguir adelante. ¿Qué puedo pasar hoy que no sepas? Nada, como siempre, como nunca. Es la constante que reina todas nuestras vidas, unas vidas alineadas en las que cada uno sigue su camino, sin mirar al otro. De ahí se derivan las ilusiones creadas artificialmente. Montarse un sueño para ausentarse de la realidad. Lo malo es saberse engañado, mientras, se puede soportar.
La realidad es insulsa y triste por definición. Nos adaptamos a unas reglas del juego que no hemos hecho nosotros y nos han obligado a jugar. Tiramos los dados porque todo el mundo los tira y cuando nos damos cuenta ya estamos en un tablero sin fin, donde cada casilla es un disgusto y cada ficha que te comen una decepción... ¿Cómo se llega al centro?

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Conozco tan bien ese sentimiento... Pero soy de los idiotas que todavía creen que, un buen día, las cosas pueden cambiar.

11:52 p. m., agosto 08, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Como diría mi líder espiritual, Hommer Simpson: "¡Me aburro!"

5:21 p. m., agosto 21, 2006  

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