miércoles, agosto 16, 2006

...A ESPERAR

Uno de estos días seremos sorprendidos por la llegada de alguien inesperado y será entonces cuando salten todas nuestras alarmas conceptuales y se desactive el descontrol de nuestra mente. Así es como uno se siente cuando pasa algo que no espera... y luego dicen que la espera desespera. No, no es una pera, ni tampoco se trata de una adivinanza de mitad de semana. Consiste en algo mucho peor. La pregunta de hoy es: ¿qué esperáis de los demás? Inevitable es aguardar comportamientos, reacciones y respuestas de aquellos con los que cada día te relacionas, pero no... no esperéis nada.

Es muy triste vivir en la ignorancia de lo que la gente piensa de nosotros, de lo que pueden llegar a hacer a nuestras espaldas, de lo que nos pueden vender, a nosotros, a nuestro alma, a nuestra ingenuidad, a nuestra catatonia continua que nos hace desvivir amargamente lo vivido y que sólo sirve para que otros aprovechen el tiempo para equilibrar sus conciencias.

Ante todo este mundo de puñales mudos y de espadas viperinas, ¿qué se puede esperar? ¿por qué esperar? ¿a quién esperar?... Cautela, alerta, preaviso, vigilancia. Os dará igual. Sólo preveniros para el daño, pero no esperéis nada, porque la herida de una daga silenciosa duele más que una bala sin silenciador... Sigo esperando...

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bueno qué decir... me siguen cargando de tristeza y de pena esos comentarios. Lo mejor es no esperar nada y si tienes algo bueno de la gente conocida sólo disfrútalo. Lo siento que veas las cosas así :-( si puedo contribuir a una aportación positiva espero saberlo.

1:32 p. m., agosto 16, 2006  
Blogger ByEneko said...

Sí, cuando tienes algo bueno de la gente lo disfrutas, pero ¿y cuándo tienes algo malo sin esperarlo? ¿qué pasa entonces? Moraleja: vive la vida sin vivir en ti.

4:11 p. m., agosto 16, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Hola,

La vida no es un camino de rosas, al contrario, suelen haber más espinas que caricias. Sin embargo, eso no significa que nos debamos abandonar al desaliento y a la tristeza. De nosotros depende elegir la forma de vivir que queremos. Si crees que todo es de color negro, lo que está claro es que llevarás una existencia oscura donde no habrá espacio para la luz. Y sinceramente dudo que alguien prefiera abandonarse a la desesperación y a la desidia antes que a la alegría y esperanza. Tenemos toda una vida por delante. Años que podremos cargar de momentos felices o de inmensas tristezas. Yo opto por lo primero y eso no quiere decir que no llore ni me derrumbe por momentos. Claro que también en mi existencia hay clarooscuros. Por supuesto que hay ocasiones en las que creo que todos los días son iguales y no atisbas signos de cambios positivos. Pero también es cierto que todos los días amanece y un rayo de sol acaricia mi rostro. Esos segundos, esos instantes son impagables y mientras el sol no me abandone seguiré creyendo que la vida merece la pena y que pase lo que pase mi existencia seguirá siendo diáfana y blanca. Yo el negro mientras más lejos mejor. Tanto es así que lo tengo desterrado de mi ropa.
¿No crees, por tanto, que merece la pena hacer el esfuerzo para ver la vida con otros ojos?

11:26 a. m., agosto 17, 2006  

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