¿UN DÍA SOSO?
¿UN DÍA SOSO?
Escuchas el despertador, sientes la pesadez de tu cabeza, alargas el brazo para callar esa chicharra y cuando consigues darte cuenta de dónde estás, qué haces y quién eres, pasas al segundo momento del día: intentar poner un pie en el suelo, salir de tu habitación y dirigirte hacia la ducha sin chocarte con los marcos de las puertas. Después de toda esa hazaña diaria, ¿todavía tienes que encontrar fuerzas e ilusión para ir a trabajar? Pues sí. La vida es dura, ya lo sabéis lectores míos. Por eso hoy, por todo lo que cuesta mantener la rutina, superar la monotonía y seguir adelante os pongo esta cancioncita, que al menos relaja, te evade y te hace sentir mejor. Ánimos cotidianos compañeros de vida.
Escuchas el despertador, sientes la pesadez de tu cabeza, alargas el brazo para callar esa chicharra y cuando consigues darte cuenta de dónde estás, qué haces y quién eres, pasas al segundo momento del día: intentar poner un pie en el suelo, salir de tu habitación y dirigirte hacia la ducha sin chocarte con los marcos de las puertas. Después de toda esa hazaña diaria, ¿todavía tienes que encontrar fuerzas e ilusión para ir a trabajar? Pues sí. La vida es dura, ya lo sabéis lectores míos. Por eso hoy, por todo lo que cuesta mantener la rutina, superar la monotonía y seguir adelante os pongo esta cancioncita, que al menos relaja, te evade y te hace sentir mejor. Ánimos cotidianos compañeros de vida.
posted by ByEneko at 11:45 a. m.
2 Comments:
JAJAJA, creo que yo sí me he dado algún que otro gran golpe con los marcos de las puertas, por no mencionar a una persona querida que le dijo a su madre en una ocasión: “¿quién ha colocado esta puerta aquí en el pasillo?” Lo interesante de la anécdota era que esa puerta llevaba en el mismo sitio más de 20 años que era los que él tenía cuando sucedió. Y es que tienes toda la razón, hay momentos del día en que no sabes ni por dónde tirar ni por dónde vienen los tiros. El secreto creo yo está en escuchar…alguna voz te susurrará cuál es el camino, puede que sea la de alguien querido, la de un espíritu de la guarda o tu voz interior, ésa a la que siempre ignoramos pero que tiene todas las respuestas. Gracias por el Canon de Pachelbel, es una preciosidad. Si supieras cuántos recuerdos afloran hoy en mi memoria con esta pieza, que tantas veces he disfrutado sola o al lado de una grata compañía. Parece que tu intuitiva cabecita sabe lo que necesitamos en este día. Al menos yo. Si por algo eres mi ángel.
Preciosa canción, ideal para un día como hoy, compañero.
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