lunes, febrero 05, 2007

UN BLOGUERO DE ALCORCÓN


No, no es el castillo del conde Drácula, tampoco es la inspiración al castillo de Walt Disney, ni siquiera se trata de un país nórdico, ni de una fortaleza creada por un rey para mantener a su preciosa hija de pelo largo y rubio alejada de apuestos pretendientes. Me dejaré de adivinanzas y os desvelaré que se trata del lugar donde yo vivo: Alcorcón. Parece que al escuchar esto, la imaginación se desvanece y el castillo pierde todo el glamour que se le había concedido tan sólo unos minutos antes. Pobre castillo, ¿qué culpa tendrá él? Por esto, creo que tanto el castillo como mi propia ciudad se merecen unas palabritas desde aquí. En contra de falsos bulos mediáticos, de realidades en las que no cabe la cualidad de ser noticia y de periodistas capaces de apedrearse en reflexivo para convertirse en protagonistas de eso que no encuentran, os diré que la ciudad que me vio crecer, esas calles por las que yo jugué, esos parques en los que me pasé horas haciendo carreteras con las dos manos para jugar a las chapas y esa gente maravillosa que siempre conocí y me ayudó, se ubican en Alcorcón. A 12 km de la Puerta del Sol, a 15 minutos en metro del más absoluto centro, se encuentra un lugar tristemente de moda, pero que muy poca gente conoce de verdad. Con cariño, con respeto y con toda la tranquilidad que se tiene al vivir allí, os invito a conocerlo. Primero descubriréis que la ignorancia es muy mala y que la distancia mental es mayor que la física; y segundo, os daréis cuenta de por qué el marqués de Valderas eligió ese lugar para poner su castillo. Según los árabes, Alcorcón es el lugar desde donde mejor divisan las estrellas. Ven y ponle nombre a una. Hay para todos. ¿Te animas a descubrirlo?