martes, agosto 29, 2006

LA QUERENCIA

Hoy es martes y por todo lo acontencido en el día de hoy, que todavía no ha acabado, recabo en un pensamiento: ¿A alguien le gusta que no le quieran? ¿Quién nos quiere? Es sabido que nos quieren nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros tíos, nuestros primos y nuestros amigos. Sin embargo, la querencia hace daño. Una querencia mala puede llevarte a angustias y ansiedades de las que es difícil salir. Y... realmente ¿merece la pena eso? ¿cómo se distingue una querencia buena de una mala?
Imagino que no digo nada extraño, ni nada de lo que reírse si digo abiertamente que yo quiero que me quieran, quiero que me quieran bien, sin envidias, sin reproches, sin competiciones de yo te quiero más a ti, pero menos que al otro. Quiero un querer saludable, desde la amistad, desde la pareja, desde el amor, desde el sentimiento más profundo sincero.
Todos tenemos querencias frustradas, querencias transformadas, querencias que un día fueron buenas y se convirtieron en malas, y querencias que dejaron de existir. Sí, es triste, asumir las últimas, pero así es.
Yo quiero que me quieran, como a todo el mundo. Yo quiero que me quieran mucho, pero eso no se puede exigir y tampoco se pueden tener celos de las querencias de otros. Pero también es inevitable comparar querencias y sentirse solo. Entonces es cuando uno se deja de querer y las querencias se resuelven en tempestades.
¿Me quieres? ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿Por qué? y lo más importante ¿Para qué?

lunes, agosto 28, 2006

MENOS UN DÍA

Pues sí, un día menos para que acabe el año, un fin de semana menos y casi ya 8 meses menos. Es la cuenta atrás más esperada para los pesimistas como yo, para las mentes más atormentadas. Los más optimistas dicen que la ilusión está en el día a día y que en algún momento determinado llega a tu vida y te conviertes en una persona viva. Supuestamente sales de ese inframundo y empiezas a sentir.
No es difícil acordarnos de algún periodo de nuestra vida en el que nos hemos "muerto en vida" y sólo cuando hemos vuelto a renacer descubrimos la esencia de la vida. Pero... ¿y cuánto dura la muerte? No se sabe. Quizás tiene que llegar alguien especial para volver a salir al mundo o quizás tenga que pasarte algo muy malo para darte cuenta de que lo que tienes también se puede disfrutar. Es preferible que nos pase lo primero, pero como no puede ser de otra forma nuestra mente siempre espera lo peor.
Repitamos lunes, repitamos semana, repitamos las horas y esperemos ese final de año tan esperado, simplemente para que empiece otro.
Feliz día menos.

jueves, agosto 17, 2006

ANOMIA VERANIEGA

Anomia: falta de normas o incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo que les sería necesario para lograr las metas de la sociedad. Después de introduciros a muchos de vosotros en esta nueva realidad, os daréis cuenta de que vivís, o mejor dicho, vivimos en una completa anomia existencial. Los síntomas son conformismo, ritualismo y retraímiento.

El verano es un momento propicio para experimentar la anomia en toda su plenitud. Darse cuenta de que, llueva o haga sol, tu rutina y tu monotonía siguen siendo las mismas, no hay nada que puedas hacer que te saque del desierto de tus pensamientos, del desierto de tus novedades, de la nada que no ves.

Veo veo ¿con qué letrita? Con la "A", con la "A" de Anomia, una anomia aplastante que te succiona hasta un volver a empezar repetible hasta... hasta "da igual". No hay nada como ser anómico para percibir el aburrimiento de cada minuto de tu tiempo. Ese tiempo que consumes y esas metas inservibles que consumen tu tiempo.

miércoles, agosto 16, 2006

...A ESPERAR

Uno de estos días seremos sorprendidos por la llegada de alguien inesperado y será entonces cuando salten todas nuestras alarmas conceptuales y se desactive el descontrol de nuestra mente. Así es como uno se siente cuando pasa algo que no espera... y luego dicen que la espera desespera. No, no es una pera, ni tampoco se trata de una adivinanza de mitad de semana. Consiste en algo mucho peor. La pregunta de hoy es: ¿qué esperáis de los demás? Inevitable es aguardar comportamientos, reacciones y respuestas de aquellos con los que cada día te relacionas, pero no... no esperéis nada.

Es muy triste vivir en la ignorancia de lo que la gente piensa de nosotros, de lo que pueden llegar a hacer a nuestras espaldas, de lo que nos pueden vender, a nosotros, a nuestro alma, a nuestra ingenuidad, a nuestra catatonia continua que nos hace desvivir amargamente lo vivido y que sólo sirve para que otros aprovechen el tiempo para equilibrar sus conciencias.

Ante todo este mundo de puñales mudos y de espadas viperinas, ¿qué se puede esperar? ¿por qué esperar? ¿a quién esperar?... Cautela, alerta, preaviso, vigilancia. Os dará igual. Sólo preveniros para el daño, pero no esperéis nada, porque la herida de una daga silenciosa duele más que una bala sin silenciador... Sigo esperando...

jueves, agosto 10, 2006

CUANDO EL SOL NO QUEMA...

Se escondió la luna y salió el sol, pero el sol no quemaba. Lucía sin lucir... Y si por las mañanas ardía poco, según avanzaba el día, esa escasa luz, que te dejaba aplomado, se convertía en grisacea, en fría, en insuficiente para que cualquier ser vivo siguiese conservando ese adjetivo.

Esperando a la espera, aguantando el transcurso, siguiendo por seguir, una infinidad de tiempo, un mar de esfuerzo sin horizonte. La vida es un continuo deseo frustrado, algo que no se puede conseguir y que seguramente nunca tendrás. Un tormento de insatisfacción al que hacer frente cada mañana. Eso es lo que la gente llama vida.

Y el camino te llevará donde ya sabes, y sólo habrá piedras. Piedras o pedruscos que cuanto más tiempo te paren más grandes se harán. Cuanto antes mejor, lo bueno si breve dos veces bueno, corre corre que te pillo y cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar. Aunque no hay necesidad de remojarse porque hoy... el sol no quema.

miércoles, agosto 09, 2006

¿QUÉ MÁS DA?

Seguro que alguna vez en la vida os habéis preguntado a vosotros mismos aquello de: ¿qué más da? Pues sí, qué más da todo... la verdad. Hoy miércoles, desayunar, conducir, trabajar... y vuelta a casa. No hay mucho más. Quizás una canción bonita o la sonrisa de alguna compañera podrían servir para sacarte de esa monotonía, pero no es suficiente... ¿Qué más da?

Pasan los días, pasan las horas y los minutos... y ya sabes lo que va a venir. Sabes que no va a pasar nada que te sorprenda. Es como ver una película que ya has visto hace poco. Cada segundo parecen dos y la película se te hace más larga de lo normal, aunque te guste.

Hoy... ¿qué más da?...

martes, agosto 08, 2006

UNO MÁS UNO SON DOS

... Y así pasan los días, uno, otro, otro y otro más... Sin nada nuevo bajo el sol, ni encima, ni al lado. Así es. Todo es igual que siempre. Simplemente esperamos a que acabe un día y empiece otro nuevo, sin ninguna sorpresa, sin nada que te cambie la vida de repente y te descubra la felicidad. Y ya sabes que va a ser así, por eso la falta de ilusión se convierte en lo habitual.

Hagas lo que hagas no hay nada que te saque de ese pasotismo, de esa pereza de seguir adelante. ¿Qué puedo pasar hoy que no sepas? Nada, como siempre, como nunca. Es la constante que reina todas nuestras vidas, unas vidas alineadas en las que cada uno sigue su camino, sin mirar al otro. De ahí se derivan las ilusiones creadas artificialmente. Montarse un sueño para ausentarse de la realidad. Lo malo es saberse engañado, mientras, se puede soportar.
La realidad es insulsa y triste por definición. Nos adaptamos a unas reglas del juego que no hemos hecho nosotros y nos han obligado a jugar. Tiramos los dados porque todo el mundo los tira y cuando nos damos cuenta ya estamos en un tablero sin fin, donde cada casilla es un disgusto y cada ficha que te comen una decepción... ¿Cómo se llega al centro?

domingo, agosto 06, 2006

LOS DOMINGOS

Tristeza, abulia, desidia, desilusión, desgana... y un bajonazo tremendo. Eso es lo que uno siente nada más abrir un ojo y pensar: dios mio! ya es domingo. Los domingos son esos días en los que uno hace recuento no solamente de toda la semana sino de toda la vida, porque ¿qué es lo que la mayor parte de nosotros hemos hecho todos los domingos de nuestro recorrer? La respuesta es NADA.
Y es entonces, al pensar eso, cuando uno siente un vacío en su interior tal que solo saca fuerzas para tirarse en el sillón y zapear. Sí, zapear. Se te ponen los ojos como cartones, pero da igual, tu cerebro se transforma en el de un humanoide y cambiar de canal se convierte en la fotosíntesis humana.
Hoy es domingo y para no variar, mi mañana, mi tarde y mi noche han sido también "de domingo". Hoy la negatividad llega más lejos que nunca y ni siquiera un batido con sirope de chocolate en compañía de una amiga consigue sacarte de ese amodorramiento continuo en el que tus sesos están inmersos.
Pensaréis entonces que lo mejor es darse cuenta de que mañana es lunes...., pues no..., como ya seguramente adivinareis, en la vida de este blog: más vale domingo conocido que lunes por conocer... Próximamente... Los Lunes

sábado, agosto 05, 2006

REGLAS DEL JUEGO

¿Os acordáis? Al escondite inglés: Por sorteo se queda un niño/a y los demás se pondrán a una determinada distancia mirando al que se queda. El fundamento del escondite inglés consiste en llegar a la madre sin ser visto en el momento de moverte.
Cuando empieza el juego el que se queda dice vuelto de espaldas:"Una, dos y tres, al escondite inglés, sin mover las manos ni los pies". Y rápidamente se da la vuelta para ver quien está todavía moviéndose. Si ve a alguien le manda otra vez donde había empezado el juego, y desde allí comenzará.
Después de esta explicación, uno se da cuenta de que la vida es un escondite inglés. Está claro. Siempre atentos, siempre vigilantes y siempre precavidos para sortear las puñaladas por la espalda que recibimos a lo largo de nuestro caminar. Ahora os daréis cuenta que la suspicacia nació del inglés que creó este juego.
La desconfianza, el rencor y el choque de pensamientos son los grandes pilares de esta vida en la que solos afrontamos una colección de días hasta que llegue el momento en el que ya nada importe. En ese amanecer encontramos la felicidad y seguramente un descanso por el que hemos vendido todo nuestro tiempo.
Recordad que "el sufrimiento es el líquido amniótico de la vida"... Continuará...

Bajo control

¿Por qué así? ¿Por qué bajo control? Según la psicología todos pecamos, según nos hacemos mayores, de una mayor hipervigilancia de nuestro entorno. En otras palabras, todos queremos tener todo "bajo control". De aquí mismo se deriva también el nombre de este blog, que empieza hoy su andadura. Al escondite inglés pretende ser un medio de expresión de éste su autor. Con algo ya vivido y todavía mucho por vivir, o eso espero, os intentaré hacer saber un poquito lo que supone tener y mantener una mente existencialista pesimista. Es decir, para todos aquellos para los que siempre está nublado, para todos los que no ven el vaso medio vacio, sino sencillamente ni siquiera tienen vaso, para todos los que, ya sea con un boli bic o con un cilicio, siempre ven la posibilidad de autolesionarse para evitar la vigencia de otro problema u otra cosa en qué pensar. En fin... para todos vosotros es esta página. Recordad que no hay vida sin sufrimiento.
Un saludo y.... comenzamos.
Bienvenidos!