LA QUERENCIA
Hoy es martes y por todo lo acontencido en el día de hoy, que todavía no ha acabado, recabo en un pensamiento: ¿A alguien le gusta que no le quieran? ¿Quién nos quiere? Es sabido que nos quieren nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros tíos, nuestros primos y nuestros amigos. Sin embargo, la querencia hace daño. Una querencia mala puede llevarte a angustias y ansiedades de las que es difícil salir. Y... realmente ¿merece la pena eso? ¿cómo se distingue una querencia buena de una mala?
Imagino que no digo nada extraño, ni nada de lo que reírse si digo abiertamente que yo quiero que me quieran, quiero que me quieran bien, sin envidias, sin reproches, sin competiciones de yo te quiero más a ti, pero menos que al otro. Quiero un querer saludable, desde la amistad, desde la pareja, desde el amor, desde el sentimiento más profundo sincero.
Todos tenemos querencias frustradas, querencias transformadas, querencias que un día fueron buenas y se convirtieron en malas, y querencias que dejaron de existir. Sí, es triste, asumir las últimas, pero así es.
Yo quiero que me quieran, como a todo el mundo. Yo quiero que me quieran mucho, pero eso no se puede exigir y tampoco se pueden tener celos de las querencias de otros. Pero también es inevitable comparar querencias y sentirse solo. Entonces es cuando uno se deja de querer y las querencias se resuelven en tempestades.
¿Me quieres? ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿Por qué? y lo más importante ¿Para qué?
posted by ByEneko at 4:35 p. m.
14 Comments:
Yo te quiero Jan, mi atractivo lagarto (y lo digo así literal porque hoy te estás pelando tal cual)...y te quiero no porque tú me lo pidas, te quiero porque sí, porque como bien dices lo siento así. No puedo decirte cuánto...¿es que el amor se puede medir, pesar, calibrar? ¿es que no nos enseñaron en la escuela que amor es una palabra abstracta? no me fío de aquellos que dicen te quiero mucho...amas o no amas, sin adjetivos que sólo sirven de bonito envoltorio. Por experiencia cuando sustituyen el “te quiero” por...“te quiero mucho”, o están preparando el preámbulo de un triste final o su sentimiento no es sincero. Me preguntas ¿cómo te quiero?, pues creo que a esa pregunta tampoco puedo responderte como tu deseas...no entiendo de formas de cariño...te quiero de la única forma que puedo querer, con todo mi ser, tal y como soy, sin ocultamientos, ni mentiras, con todo mi saquito de alegrías y momentos de felicidad, con todos los lastres que aún no he soltado, con todas mis heridas y con la esperanza de conseguir curar las que ahora me escuecen. Así te quiero, con todos mis sentidos, y con mis miedos, mi coraje, mis manías, mi taras, mis ilusiones...con todo lo que soy...¿Por qué te quiero? Eso es más difícil aún...no voy a utilizar los tópicos....te quiero porque mi alma te buscó o quizás fuiste tú quien vino a mí...¿Para qué..?....vamos, Jan, estamos hablando de amor...no debe existir interés, aunque tristemente las relaciones de hoy en día se caracterizan por el egoísmo...quizás si nos limitáramos a dar (...y sin hacer demasiadas preguntas) y aprendiéramos a recibir el cariño del que también nos da, disfrutaríamos de verdad de “eso” abstracto que llamamos AMOR.
Precioso. Mil gracias. Si te digo que he llorado leyéndolo... mil gracias. Yo tb te quiero.
Evidentemente, por mucho que la gente diga lo contrario, a todos nos gusta que nos quieran. Comparar querencias no es querer, es, pura y duramente, envidia. El sentirse querido reconforta y no por el hecho de compararlas es para sentirse menos querido porque siempre hay alguien que te quiere, aunque tú no le quieras y eso me lleva a una conclusión: nadie está solo
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Sinceramente estoy bastante harto de leer tantas sandeces. Os coméis la cabeza de tal manera que lo complicáis todo. La vida es mucho más sencilla y el cariño aún más. Jano, preguntas que es el querer y la respuesta la sabes aunque te empeñes en adornarla con tus quejidos y lamentos. Querer es algo innato en nosotros y si eres una buena persona no deberías dudar del cariño que otros te profesan o te han profesado. Cierto es que no dura para siempre y aún más cierto es que a veces es engañoso y falso. Pero ¿a qué es verdad que cuando lo tenemos nos aferramos a él para no perderlo nunca? Yo quiero, y mucho. Quiero a mi familia, a mis amigos, a mis parejas cuando las tengo, a mi perro, a mis libros... Quiero todo aquello que me da paz y me produce serenidad. Y encima estoy totalmente convencido que me quieren mucho porque, ya no sólo me lo demuestran, es que me lo dicen a diario y creo en las palabras de las personas que me endulzan el oido con esas palabras tan bellas ¡te quiero! Deseo de verdad que dejes de ver la vida con la mirada tan oscura y abandones de una vez esa pose de pesimista que en el fondo sabes no te pega nada. Sé que te aferras a la vida con desesperación y una persona que hace eso se define de optimista...
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Os ruego que os abstengáis de hacer comentarios personales sobre mi vida y más que añadáis mi nombre en vuestras opiniones. Quizás a otros les guste publicar su vida y sentimientos en los blogs, pero a mi no. Este es un blog que habla de sensaciones, no de la vida de mi persona. Así que os agradecería que dejarais de hacer comentarios así. Para eso entrad en otros blogs. Alesconditeingles es una reflexión sobre la vida, no sobre la vida de alguien.
Gracias.
PD: querer una pareja y que tu ex- siga siendo lo mejor que te ha pasado en tu vida es un poco incompatible. No es envidia de querencias. Es ilógica pura, pero eso ya da igual.
Querer no es lo mismo que amar, ni que estar enamorado, querer viene del cariño, de la cercanía, de la amistad, de la confianza...quieres a tus padres, a tus amigos, a tu pareja la quieres, pero también has de amarla. Una relación cimentada sólo en el querer, o sólo en el enamoramiento, se está perdiendo cosas, cosas imprescindibles.
El querer a veces es una ilusión que nos hacemos, yo creo que sólo termina cuando la otra persona te decepciona o te defrauda. ¿Por qué si no, nunca dejamos de querer a nuestros amigos o a nuestros hermanos y si a aquel novio que tuvimos y por el que tanto sentíamos...? Puedes seguir queriendo a un ex y no amarle, aunque esos sentimientos tal vez te traigan problemas y acabe siendo más cómodo sumirle en el olvido que quererle.
El enamoramiento es una llama muy breve y muy intensa, el querer es la chimenea con los leños ardientes, ¿y amar? Es más difícil decir te amo que te quiero, no hay que tenerle miedo a "las querencias", no hay que enloquecer con los enamoramientos y es muy triste perder el amor, sobre todo el de alguien que sabes que te quiere, pero que ya no te ama.
El amor....cómo algo tan hermoso puede estar mal? Por muy dificil que sean la situaciones de la vida...es imposible que "estos tiempos mágicos en que vivimos" sea el camino equivocado.
"Thank you very much" por vuestros comentarios. Sé que os gusta el blog y a mi me encanta que os guste. Prometo seguir escribiendo y por mi parte seguiré esperando "your comments"
Yo me conformo con querer. Si me quieren o no es algo que no depende de mi. Pero querer también me hace sentir bien. La querencia es algo que no se puede controlar y que debe hacernos sentir bien, porque estamos dando lo mejor de nuestro sentimiento a una persona. Bueno, yo al menos siento eso. Ya sé que lo ideal es que haya reciprocidad, pero querer es muy chulo y a mí me hace sentir estupendo a diario. Seguiré queriendo me quieran o no.
Precisamente hoy quiero, hoy amo, hoy siento y quien ha de sentir eso por mí me dice que no sabe si me quiere, si me ama o si sólo está bien conmigo.
A pesar de todo yo sigo queriendo, pero hoy me siento muy sola.
No sé quien eres sufridora anónima, pero bueno, mucho ánimo, tú quiere que eso tb reconforta y si no te quiere ya se dará cuenta de lo que vales. A veces cuando quieres mucho pueden no darse cuenta de si te quieren. Aún así arriba ese ánimo.M.
Buenas, me alegro de que sigáis escribiendo. A veces escribir es bueno para desahogarse. Yo estoy de acuerdo con que si quieres a alguien te sientes mejor, pero cuidado, querer a alguien durante mucho tiempo sin ser correspondido como tú quieres, es peligroso. Corres el riesgo de quedarte colgado y perder la forma de los sentimientos, la razón, incluso hasta el alma. Recordad que la balanza tiene dos pesos.
Abrazos.
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