SIN NADA...

Vuelven los días ausentes, los días sin mente, los días en los que escuchas el sonido de fondo y las palabras no atraviesan tu cerebro... Llega el otoño y con él, todo lo gris. Empezar de cero y seguir con buen ánimo parecen metas inalcanzables para afrontar las horas, los minutos, los segundos. Y todo esto... porque vuelves a estar "sin nada".
La ilusión se fue y la poca que tenías antes en otras lídes también se esfumó. Como se esfuma una mentira y se disuelve una verdad. Son muchas las batallas ya superadas y cada vez la munición es menor. Pienso si mi conciencia me dejaría rendirme y no consigo llegar a descubrir el motivo de seguir adelante.
Quizás el egoísmo es el causante de la insatisfacción que siempre he llevado, pero también quizás simplemente fue producto de la mala suerte. El caso es que la soledad te cae en el entrecejo y el sentimiento de miedo a vivir sin ilusión hace que cada día te levantes con menos ganas de vivir que el anterior. Los apoyos parecen columnas de papel que no te sirven para mantenerte en pie y al buscar una columna fuerte te vuelves a dar cuenta de que estás "sin nada".
Preguntas sin respuesta, respuestas sin preguntas y explicaciones cuando no hay nada que explicar. No puedo evitar estar triste, por todo, por lo efímero de todo, porque todo es pasajero y pasa el tiempo "sin nada"...