lunes, septiembre 18, 2006

LA MALA MADUREZ

Es sabido que este blog le da mucha importancia al control sobre las cosas. Quizás la madurez sea eso, saber que las cosas llevan su rumbo, su dirección, sin que podamos hacer nada para atarlas y tenerlas vigiladas. De la vida propia de las cosas se derivan sensaciones como la angustia, la obsesión y la ansiedad y es entonces cuando uno no sabe qué hacer, cómo reaccionar y qué es lo mejor para que ese 'come come' que te muerde por dentro acabe.
Hay soluciones rápidas, pero que, por diversas circunstancias, seguramente no te puedes permitir y hay soluciones agónicas que dicen, por increíble que parezca, que a la larga son las mejores. Mientras tanto, uno se pregunta por qué no inventarán algo para resetear la mente, por qué Morfeo, al igual que nos trae el sueño, no se lleva nuestras penitas, nuestras debilidades y nuestras flaquezas.
¿Cuál es el secreto de la ilusión? ¿La madurez? ¿Cuál es el secreto de saber disfrutar de las cosas cotidianas? ¿El esfuerzo? ¿Hay que esforzarse para estar ilusionado? No sé, pero si es así, a mi no me convence. ¿Cuántas cosas hay que aceptar para ser feliz? ¿Cuántas cosas hay que dejar escapar?

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Nos sentiríamos felices si pudiéramos hacer millones de cosas que no podemos hacer. La voluntad está ahí, pero no conseguimos realizar el deseo. Cuando tenemos un deseo, pero no tenemos los medios para realizarlo, experimentamos una reacción llamada dolor. ¿Quién es la causa del deseo? Yo, sólo yo.
En consecuencia, yo mismo soy la causa de todos los dolores que vivo.

Swami Vivekananda

6:04 p. m., septiembre 18, 2006  

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